¿Tarima flotante o suelo vinílico? Un interrogante común que suelen hacerse las personas cuando quieren renovar el pavimento de su domicilio. Ambos estilos se encuentran entre los tipos de suelos más utilizados en las renovaciones de interiores debido a sus notables características, entre las que destaca el imitar otra clase de suelos de alto coste como la madera.
¿Estás pensando en cambiar el pavimento de tu cocina, baño o salón, pero no sabes entre qué tipo de suelo escoger, si la tarima flotante o el suelo vinílico? Si no tienes un favorito, no te preocupes, ya que en IMEC Revestimientos revelaremos los pros, contras y diferencias de cada modelo para que puedas seleccionar el que mejor se ajuste a tus necesidades.
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¿Qué es una tarima flotante?
Antes de avanzar en el debate entre la tarima flotante o el suelo vinílico, es esencial que conozcas más en detalle cada uno de ellos, con el fin de que puedas elegir con criterio el que finalmente se quedará en tu hogar.
Se trata de un pavimento multicapa, el cual está fabricado tanto con manera natural como sintética. La tarima flotante se instala sobre una capa aislante con el objetivo de garantizar una mejor resistencia a la humedad y otros factores externos.
Existe una tendencia errónea de confundir la tarima flotante con el parquet, y estos no son el mismo tipo de pavimento, ya que el parquet no se encuentra dividido en varias capas, ni suelen poseer una capa de aislamiento resistente a ciertos agentes externos.
Ventajas de la tarima flotante
- Buena resistencia con el paso del tiempo.
- Gran aislante térmico, evitando el frío alcance tus pies.
- Fácil de mantener y de limpiar.
- Instalación simple y rápida.
- Apto para uso comercial y doméstico.
- No se maltrata con la exposición de la luz.
Desventajas de la tarima flotante
- La tarima flotante es bastante dura, lo cual se nota cuando andamos descalzos.
- Cuando tocas el revestimiento notas que no es manera 100% natural.
- Debido a su cantidad de capas no se puede barnizar, por lo que cuando sufra algún degaste se debe cambiar la capa entera.
- Poca versatilidad en los modelos de diseño.
- Sus capas producen un sonido hueco.
¿Qué es un suelo vinílico?
Ahora que ya conoces la definición de la tarima flotante junto con sus pros y contras, procederemos a explicarte todo lo que necesitas sobre el suelo vinílico; de esta manera, avancemos en nuestro debate entre tarima flotante o suelo vinílico.
El suelo de vinilo es un tipo de pavimento fabricado antes de los años 60 con el propósito de comercializar en el mercado con un suelo de gran resistencia y fácil instalación a un precio asequible. Con el paso del tiempo, el suelo vinílico sufrió alteraciones en su composición, mejorando significativamente su resistencia y durabilidad.
Ventajas del suelo vinílico
- Gran versatilidad de diseños.
- Sencillez en su limpieza.
- Los suelos vinílicos son reconocidos en el sector por presentar componentes higiénicos importantes, los cuales evitan la proliferación de bacterias y otros agentes nocivos.
- Limita el paso de los sonidos, gracias a su capa homogénea.
Contras del suelo vinílico
- Sensibilidad a los rayos del sol y temperaturas calurosas, que tienden a generar un desgaste en el revestimiento de vinilo.
- Requiere de una alta precisión a la hora de realizar su nivelación durante la instalación, ya que su composición es bastante delgada y puede presentar grietas.
- El suelo vinílico es frágil ante los objetos punzantes o con filo.
Tarima flotante o suelo vinílico: ¿Cuál escoger?
Si aún no sabes qué pavimento escoger entre la tarima flotante o el suelo vinílico, a continuación te presentamos las diferencias más relevantes que presentan ambos tipos en sus componentes internos y externos.
1. Acústica
Las capas de la tarima flotante suelen aislar en gran medida los sonidos, pero dependiendo de esa misma cantidad de capas aislantes, se puede genera un sonido hueco al caminar por el suelo. Aunque no pasa con todos los tipos fabricados con este material.
En el caso de los suelos vinílicos, su componente delgado reduce el sonido de ruidos molestos, dando paso al silencio y evitando así la contaminación acústica.
2. Instalación
La instalación de ambos tipos de pavimentos es sencilla y práctica, por lo que, al momento de realizar una renovación, no tendrás ningún problema con la tarima flotante o con el suelo vinílico.
3. Resistencia a la humedad y otros factores
Si bien los suelos de vinilo no eran conocidos por ser un pavimento resistente, con el paso del tiempo se mejoró su durabilidad. Por ello, ahora podemos inferir que el suelo de vinilo es resistente a varios factores externos y cambios como la humedad, exceptuando las altas temperaturas.
No obstante, la tarima flotante posee una mayor resistencia a diversos factores externos, como las altas temperaturas y permeabilidad a los cambios climáticos.
4. Variedad de diseños
Tanto la tarima flotante como el suelo vinílico se destacan en el sector por su adaptabilidad a diferentes espacios internos y externos como la cocina o los baños, ya que imitan a otros tipos de suelos clásicos como la madera.
Sin embargo, en este rasgo característico del debate entre tarima flotante o suelo vinílico, la partida se la lleva el revestimiento de vinilo, debido a que posee un catálogo más amplio de diseños en el mercado. En cambio, la tarima flotante varía en su tonalidad de colores, yendo desde el color más claro hasta el más oscuro.
5. Precio
Los precios de ambos tipos de pavimentos suelen ser accesibles en comparación con otras clases de suelos. En promedio, la instalación del suelo de vinilo oscila entre los 14 €/m2 y los 76 €/m2, aunque esto varía según la calidad del material y la extensión del sitio donde se vaya a colocar.
Por otro lado, el presupuesto de la instalación de la tarima flotante se establece entre los 15€/m2 y los 40€/m2, si se trata de un diseño multicapa. Su precio varía dependiendo de la calidad y cantidad de las capas.
6. Probabilidad de rotura
Para finalizar el debate entre la tarima flotante o el suelo vinílico, es importante resaltar la probabilidad de rotura que presentan ambos pavimentos.
La balanza en este aspecto se inclina hacia la tarima flotante, debido a que la multiplicidad de capa le otorga una resistencia mayor a la delgada capa monógama del suelo de vinilo, que es sensible a rotura ocasionadas por objetos punzantes.
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