¿Cómo son los suelos disipativos?

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La elección del tipo de pavimento a utilizar es crucial en el sector industrial al momento de realizar construcciones y remodelaciones, pues se trata de ambientes que pueden acarrear diferentes tipos de peligros para las personas que hacen uso de estos espacios. Afortunadamente, existen muchas opciones para disminuir estos riesgos, y uno de ellos es la aplicación de suelos disipativos.

¿Has escuchado alguna vez de estos suelos disipativos? En este artículo vamos a presentar todo lo que necesitas saber sobre ellos, desde qué son hasta dónde son comúnmente utilizados y cómo funcionan. Queremos protegerte en tu trabajo y hogar, por eso nos preocupamos por ofrecerte la información sobre pavimentos y revestimientos más detallada que puedas encontrar.

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¿Qué son los suelos disipativos?

Muchas personas no conocen la importancia de elección de un suelo a la hora de controlar la conductividad electroestática en un lugar, pero realmente, el uso de ciertos pavimentos puede suponer evitar a futuro posibles problemas y accidentes. Sin duda, es el caso de los suelos disipativos.

También conocidos como pavimentos ESD o pavimentos conductores electroestáticos, se trata de un tipo de cubierta de suelo que tienen por función principal la de disipar la carga estática presente que proviene tanto de personas como maquinaria.

La función disipativa se logra aplicando recubrimientos que poseen ciertos materiales especiales con la propiedad de ser conductores, algunos de los más utilizados son, por ejemplo, el negro de carbono o el polvo de aluminio. La tecnología actual también ha aportado algunos avances en la composición de suelos disipativos, incorporando nanomateriales a la formulación de estos pavimentos.

Algunos ejemplos del uso de nanomateriales en la composición de suelos, es la creación de las resinas para suelo basado en epoxi, que tienen la ventaja de ser de fácil aplicación.

¿Dónde se aplican suelos disipativos?

Sorprendentemente, este tipo de pavimentaciones está más presente en nuestro día a día de lo que pensamos. Su uso está relacionado principalmente a ambientes donde se requiere un control de las cargas electroestáticas por seguridad, como es el caso de industrias, laboratorios, quirófanos, o salas de ordenadores y maquinaria.

La mayoría de estos ambientes son lugares donde se experimenta con productos o se hace uso de equipos que poseen una alta carga electromagnética, por lo que requieren de un entorno seguro para poder operarse. Veamos algunos ejemplos:

  • Industria química y farmacéutica: evitan la formación de chispas que puedan crear incendios o explosiones por materiales inflamables.
  • Industria electrónica: para proteger los equipos y sus componentes que son sensibles a descargas electroestáticas, pudiendo causar averías y pérdida de la información.
  • Quirófanos y salas blancas: ayudan a mantener la higiene y antisepsia y protegen a los usuarios y trabajadores durante el uso de equipos eléctricos.
  • Salas de ordenadores: protegen los ordenadores, redes y dispositivos de almacenamiento en caso de descarga eléctrica que pudieran dañarlos o alterarlos.

¿Cómo funcionan los suelos disipativos?

Los suelos disipativos se basan en el fenómeno de la conductividad, que es la capacidad que tiene un objeto o persona para conducir corriente eléctrica. Las descargas de electricidad, producto de esta propiedad física, pueden ser peligrosas dentro de ciertos entornos con altas probabilidades de conductividad, como es el caso de los ambientes que mencionamos anteriormente.

El funcionamiento de los suelos disipativos se basa en la ley de Ohm, una ley de la física que establece que la corriente eléctrica que pasa por un circuito es directamente proporcional al voltaje aplicado e inversamente proporcional a la resistencia del material.

En este caso, los suelos disipativos poseen una resistencia eléctrica intermedia entre otros tipos de suelos como los conductivos o los aislantes.

De esta manera, lo que se logra es conducir las cargas electrostáticas de forma controlada y segura, sin generar chispazos ni interferencias eléctricas no deseadas, pues algunas descargas no tienen una chispa visible o audible, lo que lo puede hacer incluso más peligrosa.

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Importancia de los suelos disipativos: efectos de la conductividad

Las descargas eléctricas pueden ser muy pequeñas, como ese pequeño chispazo que sentimos al momento de quitarnos una prenda en algunas ocasiones, o mucho más grande. La electricidad estática fluye entre las personas y de las personas a los objetos, llegando a poder ser medida inclusive.

Aunque las descargas a veces son mínimas y ni se notan, una mínima diferencia de voltaje puede acarrear graves problemas en un entorno industrial, es por ello que los suelos conductivos ofrecen una solución viable a este problema.

La producción y transferencia de descargas eléctricas puede llegar a producir explosiones o incendios si no son controladas de manera adecuada. Tienen particular incidencia en equipos electrónicos como ordenadores y equipos de comunicación que pueden sufrir cortocircuitos.

 Es fundamental saber que en espacios con sensibilidad a la transferencia de cargas por acción humana lo mejor es instalar suelos disipativos. Recordemos que la electricidad estática se produce diariamente en algunas actividades, desde caminar o arrastrar un objeto constantemente sobre el suelo, hasta operar una maquinaria.

Ventajas de los suelos disipativos

Este tipo de sistemas de pavimentación se emplean para diversos propósitos según el tipo de resistencia que puedan soportar, por lo que cada tipo de industria puede utilizar este material cuando así lo considere.

Ya vimos que su función principal es la de aislar y reconducir las cargas para evitar accidentes y proteger a los usuarios, y lo hacen sin estorbar, pues es una solución que literalmente está bajo nuestros pies.

Debes saber que este tipo de suelos debe ser instalado por profesionales que debes contactar, aun así, cuando los tengas ya listos te ofrecen una gran serie de beneficios, entre los cuales se destaca también el de ser fáciles de mantener y limpiar, ya que es una superficie que aísla no solo las cargas sino también algunos tipos de suciedad.

Al ser un tipo de suelo pensado para espacios industriales, su resistencia es mayor a otros tipos de suelos de uso convencional o doméstico, ya que han sido diseñados para soportar mayor peso y tránsito.

Sin duda, el beneficio más importante se traduce en la salud del personal y el bienestar de los componentes electrónicos que utilizamos, asimismo, gracias a esta función disipativa y proteger la maquinaria de descargas, nos evitamos algunos gastos a largo plazo en reparaciones causadas por descargas eléctricas.

¡Ya tienes todo lo que debes saber sobre suelos disipativos! Si te ha quedado alguna duda o deseas asesoría para la instalación de este tipo de suelos en tu empresa, no dudes en contactarnos.